martes, 19 de abril de 2011

Peces de agua dulce, colores en nuestro hogar

Esta semana voy a hablar de los peces de agua fría. Son animales de preciosos colores y muy pequeños a pesar de que con el tiempo será necesario proveerles de un habitáculo mayor, muy fáciles de cuidar y no necesitan demasiado espacio en casa. Pueden llegar a vivir durante varios años (de 3 ó 4 años hasta 10 en los casos más longevos) si se cuidan de la forma apropiada. Más complicado es el caso de los peces de agua salada, cuya vida y desarrollo depende del funcionamiento de un termostato. Hablaré, pues, de los consejos más interesantes que he encontrado en Internet para un buen cuidado de los pececitos, especialmente de los de de agua fría: limpieza de la pecera, alimentación, posibles enfermedades…


Pecera.- Debe adaptarse al tamaño de nuestro pez o peces. Evidentemente cuantos más tengamos, más grande debe ser la pecera o el acuario del mismo modo que cuando van creciendo de tamaño. Impedir que el habitáculo se congestione es clave en la vida de los peces. Deben de poder moverse con libertad, o el agobio acorta su vida. Por otro lado las defensas de los peces pueden verse afectadas en algunos casos debido a que se encuentran rodeados de un ambiente artificial en el cual vivirán a partir de que sean comprados ya que a pesar de que mucha gente no lo crea, los peces suelen estresarse mucho con los cambios de ambientes. Se recomienda echar una o dos gotas de solución aloe vera que elimine el cloro del agua, para proteger y su piel, evitar que se puedan producir enfermedades y daños a las branquias e incluso como desestresante.

Acumulación de peces.- Es importante que se haga de forma gradual, no todos a la vez. Los peces excretan amoníaco. Si añadimos demasiados peces de una sola vez en un tanque nuevo, el agua no tendrá suficiente lugar para disiparlo y se estará llenando de bacterias. Sólo cuando el agua esté limpia podremos añadir más peces para evitar que puedan asfixiarse por la toxicidad del nitrógeno generado. El equilibrio número de peces y espacio es un principio fundamental y no debemos olvidarlo. Por supuesto, ni se nos ocurra mezclar especies de peces diferentes en un mismo acuario o puede darse el caso de que alguno ataque a otro.




Mantenimiento del agua.- Cuando el tanque de los peces es nuevo, se aconseja realizar cambios de agua parciales de por lo menos un 25% del volumen total del agua durante la primera semana. Es una de las reglas fundamentales para el cuidado de peces, teniendo en cuenta la relevancia que tiene mantener un control en el Ph del agua, la temperatura de la misma y la no toxicidad de las plantas y rocas que coloquemos en el interior de la pecera.

Alimentación.- Estos peces deben ser alimentados al menos dos veces al día en poca cantidad, pero valorando el número de peces que tenemos. Si observamos con detenimiento, apenas tardan entre 5 y 10 minutos en comerse la comida. Pero hay que tener cuidado, pues cuantas más comidas les pongamos más comerán. Incluso pueden llegar a morir de sobrealimentación, aparte de que el exceso se irá al fondo y se pudrirá, ensuciando la pecera. Se debe de comprar la comida específica para peces de agua fría (botes en las tiendas). Sin embargo descubriremos que también aprecian alguna mejor que otra, por lo que debemos observar su comportamiento.


Enfermedades.- Es importante vigilar de vez en cuando a nuestros peces para saber si desarrollan alguna conducta extraña, que pudiera ser síntoma de alguna enfermedad. Incluso se les puede mirar con una lupa para ver si tienen manchas blancas o decoloración en sus escamas. No obstante, las enfermedades más comunes son aquellas en las que el vientre se hincha (trastorno en los intestinos o disfunciones en la vejiga natatoria) o se hunde (tuberculosis o raquitismo) o bien la decoloración (anemia o carencia de oxígeno). Echemos un vistazo de carácter más específico a sus enfermedades más comunes:


Punto Blanco (ICH).- Se produce una ampolla blanca en la piel del pez, que se reproduce en todo su cuerpo como puntitos. El pez tenderá a frotarse en todos los elementos del acuario y la enfermedad se expandirá al resto de peces, pues es altamente contagiosa. Existen varios tratamientos en el mercado que pueden solucionarlo como el Metronidazol (comprimido antibiótico) o el Verde de Malaquita, un colorante, echando 1 miligramo por día durante 10 días. El segundo es más efectivo en las fases más avanzadas de la enfermedad pero puede ser nocivo para algunas especies, recomendándose emplear el primero. Otra posible alternativa es aumentar la temperatura de la pecera (si es posible y los peces lo toleran) hasta los 30º, en que el parásito muere irremediablemente. Otra alternativa es con sal de acuario, previamente limpiando el habitáculo y eliminando las plantas. Pero la mejor forma de prevenirlo es con la solución anticloro mencionada.

Terciopelo.- Este es el nombre que usualmente se le da a un parásito que ataca las branquias y la piel del pez. Esta enfermedad se extiende desde la aleta dorsal presentándose en forma de terciopelo marrón amarillento. El tratamiento de la enfermedad se basa en formol, azul de metileno y acriflavina.

Estrés.- Muchas veces los peces son expuestos a cambios de acuario, manipulación o la represión de peces dominantes que causan estrés crónico en otros peces. El estrés puede provocar la muerte por inanición y se manifiesta corporalmente al oscurecerse el cuerpo o deshilacharse las aletas. Una buena solución puede ser reorganizar las rocas del acuario para asegurar una adecuada guarida de los peces más indefensos.

Finalmente añado el siguiente enlace, muy bien organizado, que enuncia todas las enfermedades de los peces y enlaza a sus tratamientos más apropiados. De cualquier manera, y al igual que con el resto de animales de que he hablado hasta el momento, se hace imprescindible consultar al veterinario para la mejor solución.

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